Deseo de El Espacio Vacío

...el propósito de la meditación: reiniciar cada día.
Un momento para asentarte y trascender la mente y el cuerpo, anclándote en una base estable. Y luego emerger, listo para la vida de una manera completamente distinta: con más claridad, calma y plenitud... poder ir más allá del ruido...
— Jullian Lavender. Medita/Reiníciate. P,14

Destacamos la vivencia de El Espacio Vacío como un espacio que no le ofrece distracciones a la mente, que te deja estar y te permite una meditación desprendida, estar en calma y silencio. Dejando atrás al menos por un momento, el caos, la descomposición y la entropía, el ruido del mundo moderno.

Un lugar que puede estar a tu disposición, si te tomas un momento para hacer una pausa, parar y centrarte, un espacio para acallar el ruido interior, para efectuar un encuentro contigo mismo. Un ejercicio que se hace mas fluido en la elaboración de un acto repetitivo. Si se convierte en un ritual que eleva el espacio-tiempo a un estado de trascendencia.

... cuidando que la repetición no degenere en rutina, sino que se convierta en un sencillo y noble ritual.
— https://www.amigosdeldesierto.org/silencio/

En este sentido podemos decir que El Espacio Vacio promueve y cobija el propósito de comunión con uno mismo. Sin embargo esta claro que demanda un determinado estado, una disposición, un estar abierto y dejarse ir. Un entusiasmo por el encuentro, por la reunificación.

En el siglo XI, Pseudo Simeón el Nuevo Teólogo menciona:

Siéntate luego en una celda tranquila, en un rincón apartado, y dedícate a lo siguiente: cierra la puerta y eleva tu espíritu...” También Isaías el Anacoreta y otros muchos antes que el mencionado advierten ya sobre “La retención del soplo
— Isidro Juan Palacios. Eremitas p, 74-75

El ideal de El Espacio Vacío no es entonces, un concepto meramente arquitectónico o estético, es el reflejo de un deseo profundo del ser humano. Es la intuición del corazón, una necesidad del cuerpo presente, un anhelo del alma, un designio del espíritu.

Dentro de ti hay un espacio de calma y quietud. Un estado puro, sereno e íntimo. Una reserva prácticamente inagotable de energía y potencial creativo. Esa es tu esencia, tu verdadera naturaleza. Eso eres tú, sin tus pensamientos
— Jullian Lavender. Medita/Reiníciate. P,13

Fotografía

Carolina Patiño, John Hoyos

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