El ánimo iluminado

1974

Finalizando la temporada de lluvias de 1974, mis padres compraron una nueva casa, — Yo tendría 3 años y medio, algo que ahora suena a un tiempo lejano — Al entrar en el edificio por primera vez, percibí algo diferente, tuve un contacto inmediato, una sensación que me hizo feliz, literalmente vi la Luz. ¡Que Luz! Por supuesto debió ser una escena indecible, aún hoy sigue siéndolo, pero conservo la idea de la luz sobre las cosas, produciendo sombras, transformando y definiendo los espacios, como un elemento purificador y como un instrumento para concentrar mi atención en el blanco inmaculado de los muros, en contraste con el azul profundo del cielo; continúo creyendo que esta atmósfera, creo en mí una sensación de eternidad.

Este hermoso momento de temporalidad, fue mi primer encuentro con la belleza sensible, un instante que conservo en mi memoria, y al que le atribuyo mi atracción por la belleza y por otros conceptos que la comprenden en su sentido mas profundo.

Una imagen de que las cosas están allí, que forman parte de mis recuerdos conscientes o inconscientes, es algo que me enternece y, 25 0 30 años después me sentí complacido por encontrarme con estos intereses en cierta arquitectura moderna de mi predilección, como el concepto de sencillez de Pawson o el concepto de atmósfera de Zumthor, la perfección de Mies o la falta de ornamento de Loos. Pienso que el poder andar sin obstáculos de muebles o cuadros en sus paredes me hicieron sentir libre de correr o de jugar, de imaginar un espacio sin límites. De alguna manera son palabras que recuerdan lo que Bruce Chatwuin puso en boca de un discípulo de Mies van der Rohe, y que repiten la premisa subyacente al monacato medieval, según la cual, El monje encerrado en su celda es libre para viajar a cualquier lugar. En este mismo sentido, resultó gratificante escuchar a Zumthor en su charla Atmósferas, en donde puntualmente enfatizó: ¡Esa luz! En alusión a que la luz proveniente del sol es de una belleza apabullante, a la emoción que le produce, a tal punto de percibir algo espiritual.

 

Esta historia hace parte del ensayo La Sencillez. Un Modo de Vida. El pensar de una arquitectura con un profundo sentido humano

Fotografía

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